Angélica Samudio, directora de investigaciones en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, habló de las investigaciones que se desarrollaron a nivel local con respecto al impacto del plasma sanguíneo convaleciente en pacientes con coronavirus.

Con las evidencias recolectadas, se concluyó que la terapia con plasma no debería formar parte hoy de una política masiva, según explicó la directora.

Más bien, debe ser específicamente controlado por profesionales médicos que sepan el momento oportuno en que debe administrarse este tratamiento.

"Hay una población que puede beneficiarse, pero siempre dentro de un grupo controlado", mencionó.

Los ensayos clínicos arrancaron en agosto del 2020 y terminaron cuatro meses después: fueron sometidos a análisis en enero y febrero de este año. Participaron 17 centros hospitalarios.