Porfirio Marecos, que vive con su familia en la ciudad de J. Augusto Saldívar, contó de qué manera lograron encontrar, en la explanada de la basílica de Caacupé, a su mascota perdida.

Declaraciones

"Es una historia increíble, nosotros somos de J. Augusto Saldívar, tenemos dos perros, él salió de la casa y no volvió. Estuvimos buscándolo y no lo encontrábamos"

"25 días después, mi hijo viendo la misa se dio cuenta que nuestro perro estaba en Caacupé, salió ahí frente a las cámaras, como si fuera que decía 'acá estoy' "

"Me fui hasta la Basílica, estuve todo el día pero no lo encontré. Luego una señora me llama y me dice que le tenía, le pedí una foto y me pasó, ahí mismo dije que era nuestro perro"

"No sabemos cómo fue que de J. Augusto Saldívar fue a parar a Caacupé"

"Mi hija al verlo dentro de la Basílica, me llama y me dice que me apure, porque estaba muy débil y cuando llegué, le llamé por su nombre y me reconoció, prácticamente ahí nos abrazó"

"Él no quiere subirse al auto porque tiene miedo, piensa que le vamos a llevar a la veterinaria, pero ese día saltó y sin problemas se subió al auto, como diciendo 'vamos ya a casa' "

"Pensamos que alguien le llevó para su perro y se escapó, otra explicación no sabemos cómo hizo para llegar hasta Caacupé"

"Rudi casi viajó a Coronel Oviedo, con un grupo que alquilaron un bus para venir a la Basílica, me llamaron y me dijeron que le tenían a él, que es muy cariñoso y que se subió al bus con ellos"