El fallido secuestro del cadáver de Charles Chaplin

6 marzo, 2019

Compartir:

La macabra historia fue como la última escena de una vida de película.

Al gran Charlie Chaplin apenas le dejaron descansar en su tumba un par de meses después de su fallecimiento, la noche de Navidad de 1977, a los 88 años.

En la madrugada del 1 al 2 de marzo de 1978, dos delincuentes entraron en el pequeño cementerio de la localidad suiza de Corsier-sur-Vevey, donde vivía su familia desde hacía unos años, y profanaron la tumba de Chaplin, llevándose el ataúd con sus restos mortales.

Los policías tan solo encontraron el hoyo donde se encontraba enterrado el féretro, huellas de pisadas que se dirigían hacia la puerta del cementerio y, allí, marcas de ruedas de un vehículo. La primera hipótesis, y a la correcta, fue que los secuestradores tenían el objetivo de pedir un rescate a la familia por los restos de Chaplin.

Tras los primeros días OŽNeill comenzó a recibir llamadas telefónicas de Wardas y Ganev exigiendo cifras desorbitantes por los restos del cómico. La primera ascendía a 600.000 dólares, después fue rebajada a 600.000 francos suizos y, posteriormente, a 500.000, llegándole a enviar fotos que probaban que el cadáver de Chaplin estaba en su poder. Pero se notaba que los delincuentes no eran unos profesionales en esto de la extorsión.

El 16 de mayo, OŽNeill informó a la Policía que los secuestradores iban a llamarla de nuevo para obtener una respuesta definitiva, por lo que se instaló un equipo de vigilancia sobre 200 teléfonos públicos de la ciudad de Lausanne y sus alrededores. Un movimiento eficaz que dio inmediatamente con Wardas en una de las cabinas y horas más tarde con Ganev. Tras las confesiones, la Policía pudo recuperar el ataúd y el cadáver enterrados a pocos kilómetros del cementerio de Corsier-sur-Vevey, donde había sido robado.

/Con información de Culturizando.com

Foto: referencial