Fitch destaca que el Gobierno de Paraguay ha desarrollado un historial de estrategias macroeconómicas prudentes y consistentes, los bajos déficits fiscales (o superávits) han arrojado una baja relación deuda/PIB (17% del PIB en 2018), además de la institucionalización de la disciplina fiscal a través de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que limita el déficit a 1,5% del PIB. Asimismo, las acciones del Banco Central del Paraguay (BCP), con la implementación de un régimen de metas de inflación, han permitido anclar las expectativas, resultando en una baja tasa de inflación en los últimos años.

Además, el informe hace referencia a los factores que podrían ayudar a seguir mejorando la calificación país, como un mayor crecimiento económico, acompañado de mejoras de los indicadores de gobernabilidad, de la generación de ingresos, y el desarrollo del mercado de capitales local, de manera a fortalecer la flexibilidad fiscal.

De las tres calificadoras de riesgo que evalúan a Paraguay, Fitch y Moody´s otorgan las calificaciones más elevadas al país, posicionándolo a un paso del grado de inversión. La otra calificadora, Standard & Poor’s, asigna una calificación de BB a Paraguay posicionándolo a dos escalones del grado de inversión.

En su informe del 10 de diciembre de 2018, la calificadora Fitch mejora la calificación de Paraguay de BB a BB+, con perspectiva estable, la misma se sustenta en la resiliencia demostrada ante los shocks externos, en el crecimiento económico favorable combinado con evidencia de diversificación económica, en el fortalecimiento de los amortiguadores externos y el compromiso continuo con la disciplina macroeconómica. Esta calificación nos ubica a un paso del grado inversor en la escala de calificaciones.