“Hay una fantasía omnipotente de que podemos controlar cosas que no pasan por el orden del control”

6 junio, 2023

Compartir:

 

El doctor Agustín Barúa, psiquiatra, se refirió este martes a la medida de mochilas trasparentes planteada por el Ministerio de Educación ante hechos de violencia en las instituciones educativas. Señaló que constituye parte de una fantasía del mundo adulto de pretender controlarlo todo, aunque esa no sea la salida.

“Muchos problemas. Uno para mí es la ilusión de transparencia, la mochila trasparente, que uno pretende que el problema es descubrir, pillar, lo que escondería el adolescente”.

“Detrás de esa ilusión de transparencia hay una fantasía omnipotente de que podemos controlar cosas, que no pasan por el orden del control, pasa por el orden del diálogo y la escucha”.

“Hay una brecha tan gigante, cada vez más agigantada entre generaciones que hace que haya cada vez más una lógica de suspicacia”.

Expresó que se trata de una “policialización” del cuidado a los adolescentes, al confundir cuidado con custodia.

“El cuidado tiene horizontalidad, tiene escucha, tiene apertura, tiene creación. No podemos pretender cuidar a través de la vigilancia del otro. Si vos me vigilás, yo me defiendo. Vos me abrís la mochila y yo me lo meto en el cu… O sea, no hay posibilidad de que me descubras cuando yo no quiero”.

“Necesitamos como mundo adulto rendirnos, rendirnos a la fantasía de que vamos a controlar y ser muchísimo más humildes”.

Mencionó que en una investigación que realizó con la Universidad Nacional del Pilar, la respuesta que recibía de los estudiantes clamaba que sean tratados como personas y que sean escuchados.

“La primera (respuesta) era ‘queremos un trato igualitario porque también somos personas’ y segundo ‘queremos una escucha sensible’. En la investigación y en los trabajos de talleres salía que el mundo adulto solamente quería saber de buenas notas, ¿y lo que yo te quiero decir qué?.

“La investigación se llama ‘Macanada Jeyma’, porque era la ‘macanadización’ del discurso joven y era la imposiblidad de que te cuente lo que quiere. La escucha sensible es escuchar lo que no te gusta escuchar y lo que el otro tiene para contarte”.

“No les reconocemos como personas a las generaciones jóvenes y no escuchamos lo que tienen para contarnos, solamente lo que nosotros queremos escuchar. Y ahí, obviamente, si no hay comunicación, no sabés lo que pasa”.