Gladys Mancuello, frentista afectada por el fallido Metrobús, recordó la situación que sufrió durante la construcción de la obra y que hasta la fecha le acarrea consecuencias.
“Se cerraron 200 comercios y más de 2.600 empleados de los comerciantes quedaron sin trabajo”.
“La fiscal general Sandra Quiñónez hasta casi nos imputó a todos (los frentistas). La última vez que hicimos una manifestación, creo que era fecha 17 de abril de 2018. Dieron órdenes para que nos manden más de dos mil policías, la FOPE, todo. Vinieron, nos garrotearon, estuvimos presos, estuvimos en la comisaría”.
“Fuimos tan perjudicados en todos los sentidos, económicamente, psicológicamente, tenemos compañeros que murieron de infartos porque no podían pagar más sus deudas, no dormíamos más”.