Luís Ramírez, psicólogo y representante de instituciones educativas privadas, afirmó que la cuarentena y las clases virtuales perjudicaron gravemente la conducta y la convivencia de los estudiantes.
“Todos pensábamos que veníamos a la presencialidad y todo iba a ser igual y nunca más va a ser igual. Levantar la mano para hablar, formar la fila en la cantina... cosas sencillas de la convivencia que la escuela te enseña están perdidas. Los chicos estuvieron encerrados dos años”, lamentó.
Indicó que si primero no se solucionan los problemas emocionales difícilmente se pueda avanzar en el aprendizaje.
“Si no nos ocupamos en devolverle al joven el espacio para la convivencia, muy difícil es que aprenda otra cosa. Cuando hay dificultad emocional, no hay aprendizaje”.
Explicó que en la comunicación virtual no se desarrollaron la identidad ni la intimidad de los estudiantes.
“Con la comunicación virtual se pierden dos cosas: la construcción de la identidad y la intimidad. Cuando vos estás en la virtualidad hacés cosas que no tienen consecuencia, cuando estás frente a frente con el otro, hacés cosas que le impactan directamente. Eso es lo que está totalmente descontrolado, con ingredientes de violencia”, señaló.