Nobel guatemalteca: masacre contra indígenas “me despertó un coraje muy fuerte, algún día tendría que haber justicia”

21 mayo, 2024

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Rigoberta Menchú

 

Rigoberta Menchú, premio nobel de la paz y activista por los derechos de los indígenas, explicó este martes el inicio de su lucha por los pueblos originarios de su país, Guatemala.

Se refirió al asesinato de su madre y a la muerte de su padre en la masacre de la Embajada de España en Guatemala, en enero de 1980. Manifestantes campesinos e indígenas tomó la sede diplomática exigiendo el cese de la represión y masacres contra estos sectores a manos del ejército guatemalteco.

Expresó que estos sucesos despertaron su búsqueda de justicia.

“Yo estaba en segundo básico cuando fueron quemados vivos mis seres queridos. Primero el secuestro de mi hermano Patrocinio, fue asesinado, quemado. Luego la masacre de la embajada de España. En esta masacre había 38 personas. Se armó unas verdades nefastas sobre estas masacres. Es lo que a mí me despertó un coraje muy fuerte, porque algún día tendría que haber justicia. No hablaba de justicia por la mano, sino justicia penal. Ahí empezó mi inclinación por el derecho”.

“Después de la muerte de mi papá, el secuestro de mi madre, la desaparición de mi madre y la desaparición de mis otros hermanos, me sacaron al exilio”.

“En el exilio tuve la suerte de conocer personas extraordinarias como el monseñor Mendez Arceo, como monseñor Samuel Ruíz, y me llevaron en una comunidad extraordinaria que es loa comunidad indígena de Chiapas”.

Menchú nació en Chimel, departamento de El Quiché, en Guatemala, el 9 de enero de 1959. En agosto de 1982 se convirtió en la primera mujer indígena guatemalteca en participar en la reunión del Grupo de Trabajo Sobre los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.