Más allá de la clasificación de Trinidense a la final, Arrúa pegó el grito al cielo por el arbitraje
"Las reglas fueron muy exigentes con nosotros. Por ejemplo, los penales que nos cobran en contra fueron con amarilla; y el que fue a favor, sin amarilla para ellos. Fueron muy exigentes con nosotros y normalmente no es así con los otros equipos", criticó el entrenador del elenco del barrio Trinidad en diálogo con Fútbol a lo Grande por radio Monumental.
De hecho, cuestionó que haya sido amonestado "prácticamente todo el plantel". "A mí me saca amarilla por haber dejado pasar la pelota para que no se reponga rápido el juego, pero no es mi trabajo pasar la pelota", añadió. Sobre el punto, incluso ironizó que "por poco hasta el presidente (Norman Rieder) no tuvo tarjeta amarilla".
En ese sentido, cuestionó el manejo arbitral de Benítez, sobre todo en la "presión" que ejerció sobre sus dirigidos, la cual, según dijo, los condicionó a lo largo del duelo.
Más allá de todo, Arrúa resaltó que sus jugadores hayan puesto ganas y llevado a cabo el plan de juego para quedarse con el triunfo y el boleto a la final de la Copa Paraguay, derrotando al Aborigen con goles de Marcos Riveros y Pedro Delvalle.
"Se hizo un esfuerzo muy grande porque remamos muy de atrás en todo sentido. Los futbolistas jugaron como se debía jugar una final, sobre todo ante un gran equipo como lo es Guaraní", expresó.
El Sportivo Trinidense clasificó a la final de la Copa Paraguay, en la que enfrentará al ganador entre Libertad y Nacional, protagonistas de la otra semifinal.