"Pussy Riot" opaca imagen inmaculada

16 julio, 2018

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pussy riot

"Pussy Riot" protestó así por la persecución política de la que afirma ser víctima en Rusia.

Tres muchachas y un joven fueron arrestados por invadir el campo de juego en plena final del Mundial de Rusia entre Francia y Croacia en el estadio Luzhniki de Moscú, empañando en parte el cierre inmaculado del certamen.

La policía confirmó que fueron detenidas las cuatro personas que participaron de esa particular forma de protesta que obligó a suspender por apenas un par de minutos las acciones a poco de iniciado el segundo tiempo del partido.

Acción que reinvidicó en su cuenta de Facebook el grupo ruso punk feminista "Pussy Riot", muy crítico hacia la gestión del presidente Vladimir Putin y que quiso protestar así por la persecución política de la que afirma ser víctima en Rusia.

El grupo reclama por la liberación de todos los prisioneros políticos, que paren los arrestos ilegales durante las manifestaciones para permitir una sana competencia política y que dejen de armarse causas penales contra los opositores.

La acción bautizada "el gendarme celestial" apunta al comportamiento de las fuerzas de seguridad, magnánimas y permisivas durante el Mundial, pero brutales y tiránicas cuando no hay testigos, según afirman.

"El Mundial nos recordó al gendarme celestial de la bellísima Rusia del futuro, mientras a diario el gendarme terrenal entra en juego violando las normas y destruyendo nuestro mundo", afirman las "Pussy Riot" en su nota.

Así las cosas, el Mundial que Rusia quería cerrar dando una imagen de pulcritud y seguridad sufrió una mancha, aunque leve, en su clausura, situación que podría terminar siendo anecdótica, pero seguramente no del agrado de Putin.

Unas horas antes del accionar del grupo punk feminista, el mandatario se declaraba "orgulloso" de lo que Rusia había logrado "hacer por los amantes de este maravilloso deporte" durante este último mes, antes de pasarle la posta a Qatar.

"El mejor Mundial de la historia", decía hace apenas un día el titular de la FIFA, Gianni Infantino, que seguramente no habrá cambiado de opinión tras haber sido testigo preferencial de la imprevista invasión de campo en la gran final.

Mañana, la vida de Rusia retomará su rutina habitual, ya sin un Mundial que la distraiga, cada cual volverá a atender sus problemas y comenzará a debatirse en las calles sobre la reforma previsional que con la pelota rodando quedó en segundo plano.

El Mundial se acabó y, como canta el catalán Joan Manuel Serrat en "Fiesta": "El sol nos dice que llegó el final, por una noche se olvidó que cada uno es cada cual. Vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta".

 

 

/ ANSA