“La sensación en el vestuario era más de rabia que de frustración”, dice a FIFA el defensor, quien no jugó en el estreno.

Gabriel Mercado tiene cara de que dio vuelta la página. Eso no quita que el defensa, que asoma como titular para el duelo clave con Croacia, no pueda repasar algunas de las percepciones que quedaron tras el 1-1 con Islandia en el debut de Rusia 2018.

“El fútbol siempre da revancha y la revancha está cerca. Sabemos que dependemos de nosotros, y eso nos da tranquilidad. Queremos llegue el partido y poder ganarlo para acomodarnos en el grupo”.

Entre las claves, explica el lateral o stopper argentino, está el ser efectivos. “Ojalá que las posibilidades que tuvimos con Islandia, con Croacia sean goles. Que tengamos esa contundencia”.

Luego mira ‘para adentro’. “En lo mío, debo ser sólido. Es importantísimo en un Mundial mantener el arco en cero”, recalca el zaguero, quien aspira a los 31 años a estrenarse como mundialista.

Consultado al respecto, Mercado no tiene empacho en responder sobre esa suerte de ‘Messi dependencia’ que tiene Argentina, y que muchas veces facilita el trabajo defensivo de sus rivales.

“Lógicamente, es una tentación porque cuando tiene la pelota en sus pies, siempre pasa algo distinto, siempre genera alguna situación de peligro. Es casi imposible pensar en él, verlo en posición de recibirla y no dársela”.

En lo que respecta a Croacia, Mercado sabe que “será un partido durísimo contra un rival complicado”.

Y les pone apellido a las dificultades. “Tiene dos mediocampistas muy buenos como Modric y Rakitic; dos extremos rápidos; tiene a Brozovic, a Mandzukic, que a veces juega por afuera, a Pericic, a Vrsaljko, lateral derecho del Atlético, a Lovren del Liverpool… Grandes jugadores que hacen un gran equipo”.

/ FIFA