Tailandia rescata de la cueva al décimo niño y el resto está en camino
Se espera que al igual que en las dos anteriores jornadas, en las que se rescató a ocho menores, las tareas de salvamento sucedan de manera escalonada y tras la salida los rescatados sean trasladados en helicóptero al hospital.
Los equipos de buzos se preparan para retomar este martes el rescate de los últimos cuatro niños y el entrenador atrapados en una cueva del norte de Tailandia, una tercera jornada de salvamento que tiene lugar entre intensas lluvias.
Tras el éxito de la primera y segunda misión, en las que fueron rescatados en total ocho niños, el contingente internacional del equipo de rescate tiene previsto adentrarse a lo largo del martes en la gruta para proceder al rescate del resto del grupo, atrapado a unos 4 kilómetros de profundidad desde el 23 de junio.
Narongsak Ossottanakorn, portavoz de los efectivos de rescate, evitó el lunes precisar a qué hora del martes comenzaría la operación tras anunciar una interrupción temporal de las labores para reponer el material utilizado en la evacuación y evaluar las condiciones en la caverna.
Los ochos menores ya rescatados se encuentran en buen estado de salud y permanecen ingresados en el hospital de Chiang Rai, capital de la provincia homónima y donde se encuentra la cueva.
"Los ocho están en buen estado, no tienen fiebre", anunció ante la prensa Jesada Chokedamrongsuk, secretario permanente del Ministerio de Salud Pública, desde el hospital. "Todos están en buen estado mental", agregó.
Se espera que, al igual que en las dos anteriores jornadas, las tareas de salvamento sucedan de manera escalonada y tras la salida los rescatados sean trasladados en helicóptero al centro sanitario.
El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, visitó la noche del lunes a los niños hospitalizados y los familiares de estos horas después de personarse en las proximidades de la cueva para agradecer el trabajo de las más de 100 personas que participan en los operativos, entre ellos el voluntario español Fernando Raigal.
Los buzos, junto a las personas atrapadas, tienen que superar un laberinto de galerías parcialmente inundadas y con desniveles, en un camino donde tienen que bucear con visibilidad nula, escalar y caminar entre el fango y las rocas.
Los niños, muchos de los cuales no saben nadar, comenzaron a tomar sus primeras lecciones de buceo la semana pasada una vez que fueron encontrados tras nueve días de intensa búsqueda.
Las precipitaciones que desde la madrugada azotan la región son una de las principales preocupaciones de las autoridades, debido a que el agua filtrada por el monte puede volver a inundar las galerías y anular el drenaje efectuado.
Equipos militares se encuentran en el monte con la tarea de bloquear la entrada de agua hacia los túneles subterráneos.
Los trece -doce escolares de entre 11 y 16 años y su tutor de 26- se internaron en las galerías hace más de dos semanas tras finalizar un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.
Fuente: EFE