Luces y sombras de Kolinda, la presidenta de moda

18 julio, 2018

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Kolinda Grabar-Kitarovic

La mandataria lleva adelante una política de apertura al mundo en términos comerciales, pero cerrada en términos migratorios.

Kolinda Grabar-Kitarovic, la mandataria de Croacia, se hizo famosa por su participación en la final del Mundial, donde apareció mojada bajo la lluvia consolando a los jugadores de su selección. La alaban porque se pagó su pasaje, pero...

Kolinda Grabar-Kitarovic es presidenta de Croacia desde 2015. Ganó las elecciones como candidata del partido Unión Demócrata Croata, conservador y nacionalista.

Tenía 47 años cuando se convirtió en la primera mujer en asumir ese cargo. Antes había sido ministra de Asuntos Exteriores y embajadora en Estados Unidos. Habla croata, español e inglés.

La mandataria juró en febrero de 2015 y desde entonces lleva adelante una política de apertura al mundo en términos comerciales, pero cerrada en términos migratorios.

Croacia se opuso a la repartición de los refugiados durante la crisis que vivió Europa y la presidenta apoyó la idea de construir vallas. "Creo que en el futuro será necesaria alguna valla u obstáculo físico", dijo ese mismo año.

El Gobierno de Kolinda Grabar-Kitarovic presentó un proyecto de ley para encarcelar a quienes prestaran ayuda a los inmigrantes ilegales, pero no contó con el respaldo suficiente en el Congreso.

Sí pudo aprobar una Ley de Extranjería que prohíbe atención en vivienda, salud y alimento a quienes se encuentren ilegalmente en el país.

Kolinda tropieza

La presidenta tiene un par de polémicas famosas. Una de ellas fue cuando en 2016 se conoció una foto de Kolinda Grabar-Kiratovic junto a unos hombres que portaban la bandera de los ustachas, los ultraderechistas croatas que colaboraron con el nazismo.

La otra es cuando se descubrió que su marido usaba un vehículo oficial para asuntos privados. Kolinda pagó los gastos tras conocerse la denuncia.

La popularidad de la mandataria en Croacia estaba de capa caída y pronto se vienen las elecciones. Desde ese punto de vista, su viaje a Rusia fue un golpe maestro.

Apareció rodeada de líderes de alcance planetario, demostró sencillez y carisma, no se complicó con la lluvia torrencial y entregó consuelo a los jugadores de su selección. Además, vistió siempre la camiseta croata.

Kolinda Grabar-Kitarovic consiguió opacar en Moscú a Vladimir Putin y a Emmanuel Macron, con quien parece tener una química especial.

Su decisión de aparecer de blanco-rojo cuando los demás prefirieron los tonos oscuros fue también, desde el punto de vista estético, acertada.

El viaje de Kolinda a Rusia fue un golpe de efecto que algunos en su país alaban y otros califican de "populista".

 

 

/ DW, Getty