El jefe de Delitos Informáticos de la Policía Nacional, comisario Diosnel Alarcón, reveló que los delincuentes evolucionaron en sus métodos de robo y explotación de vulnerabilidades en dispositivos móviles. Según Alarcón, el valor de la información contenida en los teléfonos se convirtió en el principal objetivo de los criminales, superando el interés por el dispositivo en sí.

“El robo del teléfono lo hacen con una intención diferente, ya no por el valor del teléfono, sino por el valor que tiene el teléfono en las informaciones”, explicó.

El comisario detalló que los atacantes utilizan técnicas como el “ataque de fuerza bruta” para adivinar contraseñas débiles y software especializado para desbloquear los dispositivos y acceder a las cuentas bancarias de las víctimas.

Una vez que obtienen el control del teléfono, los delincuentes proceden a realizar transferencias de dinero de forma “ramificada” a diferentes cuentas para dificultar la labor de investigación.

Alarcón advirtió que incluso las aplicaciones de entidades financieras no están exentas de riesgo, ya que los usuarios suelen utilizar su número de cédula como usuario principal.

El comisario también señaló que muchas personas anotan su PIN en el dispositivo para recordarlo, facilitando así el trabajo de los delincuentes.

Además, mencionó la “ingeniería social” como otra técnica empleada para engañar a las víctimas y obtener su PIN, así como el uso de “códigos maliciosos” o malware para perpetrar ataques de phishing.