Un uruguayo residente en Guatemala relató parte de lo que se vivió en los últimos días en ese país tras la erupción del Volcán.

La erupción del volcán de Fuego en Guatemala el pasado domingo sumó un duro golpe al país centroamericano, que registra carencias en varios aspectos. Las pérdidas humanas se elevaron a 69 y se habla de un inmenso perjuicio al sector productivo y turístico.

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Los muertos por la erupción del Volcán se elevaron el lunes a 69, informaron las autoridades, mientras disminuía la actividad del cráter tras el mayor desastre causado por el estratovolcán en más de cuatro décadas.

La explosión del domingo, que también dejó cerca de 300 heridos, arrojó ríos de lava y lodo a las zonas aledañas y una lluvia de cenizas sobre la capital del país centroamericano.

Los equipos de rescate luchaban en condiciones peligrosas buscando cuerpos debajo de la ceniza y barro que descendieron desde el volcán, uno de los más activos de Latinoamérica. Algunos llevaban cuerpos envueltos en telas y bajaban en fila por algunas colinas.

Juan Pablo Nis Antúnez, un uruguayo que vive hace cinco años en Guatemala, relató a Radio Monumental parte de lo que se vivió en los últimos días en ese país.

“Desde primeras horas del domingo vimos una actividad importante, pero demasiado raro para lo normal del día a día”, expresó.

El extranjero lamentó la lenta reacción de la institución de auxilio ante tragedias naturales por no ordenar la evacuación a pesar de los boletines de alerta.

“Hubo cinco informes del instituto de monitoreo advirtiendo actividades importantes pero la encargada de evacuar no tomó la decisión ejecutiva de evacuar”, criticó.

Nis está radicado en la región de San Juan Sacatepéquez, a 10 kilómetros del lugar del incidente. Trabaja en el sector de la producción agrícola. “Esto golpea a la economía, sumado a la gran pérdida de vidas humanas”, refirió.