En la tarde de ayer se desató un motín en la Penitenciaría de la Emboscada Padre Antonio de la Vega, específicamente en el pabellón denominado Bravo. Según las declaraciones del viceministro de Política Criminal, Víctor Manuel Benítez, aproximadamente 296 personas privadas de libertad estuvieron involucradas en este violento incidente.
Las autoridades identificaron a unas 20 o 30 personas como los líderes del motín. Su demanda principal era el traslado de otro recluso que se encontraba en un pabellón diferente. La situación se tornó aún más tensa cuando tomaron como rehén a un agente penitenciario.
Ante la persistencia de la violencia, la Policía Nacional intervino utilizando la fuerza pública de manera proporcional para restablecer el orden en la penitenciaría.
Benítez señaló que el hacinamiento es un problema generalizado en todas las cárceles, lo que dificulta el trabajo de los agentes penitenciarios y afecta la administración del sistema.
Reconoció que el sistema penitenciario requiere mejoras sustanciales. “Factores como el uso abusivo de la prisión preventiva y las salidas procesales deben abordarse”, dijo.
