Los rusos tienen la costumbre de poner mala cara y el día a día es aburrido, según contó Lissia Pedrozo, una luqueña residente en Moscú.

Moscú puede ser uno de los lugares más bellos del mundo pero la adaptación puede llevar su tiempo a los compatriotas que viven en la capital rusa: el transporte público, los veranos cortos y los inviernos largos, la comida, la nieve, el costo de vida, el carácter de los rusos.

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Las temperaturas en invierno casi nunca superan los 0 °C y en ocasiones pueden descender de los 40°C. La nieve permanece en la ciudad durante la mayor parte del año.

El carácter ruso cuesta, pues la gente es muy fría. “Los rusos tienen la costumbre de poner mala cara y la rutina es aburrida”, según contó Lissia Pedrozo, paraguaya oriunda de Luque, que vive hace 4 años en Moscú.

“Al Paraguay se lo conoce por la carne, pero es muy caro conseguir, se extraña el mango”, mencionó.