Los fiscales Aldo Cantero y Giovanni Grisetti imputaron el lunes al exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, junto con el expresidente Mario Abdo Benítez y otros exfuncionarios, por su presunta participación en una red de filtración de información.
Según las acusaciones, este grupo habría manipulado datos de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) para socavar la reputación de figuras políticas prominentes, incluyendo al expresidente Horacio Cartes y al actual presidente Santiago Peña.
“Es más que evidente que esa es la intención, van a desmeritar todo vínculo de Cartes con organizaciones terroristas, pero no sé cómo lo van a hacer ahora, porque no se puede esconder”, respondió Giuzzio este miércoles.
El exministro defendió a sus colegas, René Fernández y Carlos Arregui, quienes a su criterio fueron imputados “por realizar sus trabajos”, incluyendo la denuncia de actividades sospechosas relacionadas con un avión iraní y el envío de informes de inteligencia financiera.
La controversia se centra en la supuesta conexión entre los tripulantes de un Boeing 747, utilizado para el transporte de cigarrillos, y organizaciones terroristas, una vinculación que Giuzzio afirma proviene directamente de fuentes estadounidenses.
“Eso ya no salió de Paraguay, por ejemplo. Eso ya es una vinculación directa de los Estados Unidos,” afirmó Giuzzio, aludiendo a la implicación de Cartes en documentos emitidos por el gobierno americano.
A pesar de las graves acusaciones, Giuzzio sostiene que las operaciones cuestionadas están respaldadas por facturas y transacciones legítimas, y que cualquier informe de inteligencia que no se sostenga ante una explicación coherente debería ser desestimado.