El senador liberal Dionisio Amarilla defendió la ley que crea la superintendencia de jubilaciones y pensiones, aprobada esta semana el Congreso, y confirmó que se trata de un requisito solicitado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la recuperación económica del país tras la pandemia.

El legislador admitió que el tema no fue debatido ampliamente en el pleno debido al “ambiente agitado” y a las “amenazas” que recibieron algunos senadores por parte de sectores sindicales y sociales que se oponen a la normativa.

“En realidad en Comisiones se mencionó eso. Ya en el pleno ustedes saben lo agitado que estaba el ambiente, lo ‘acicateado’ que estaban los espíritus desde muchas organizaciones incluyendo los medios de comunicación, entonces es obvio que podía haber sido involuntariamente ignorado y así sucedió”, dijo.

Recordó que en la primera audiencia pública que se realizó en el Senado, convocada por varias comisiones de manera conjunta, se presentó el sindicalista Eduardo Ojeda, quien “a los gritos impidió el desarrollo normal del debate”.

Sostuvo que la creación de la superintendencia de jubilaciones y pensiones responde a una recomendación del FMI, que en su último informe sobre Paraguay, proyectó la recuperación de la economía post pandemia y habló de varias reformas y ajustes que tienen que darse en el ámbito estatal.

“Los organismos multilaterales siempre hacen recomendaciones y ha sido motivo de publicaciones periodísticas en varias ocasiones. Y entre ellas hace alusión a la necesidad de tener un mejor manejo de los fondos de jubilaciones y pensiones, al déficit de las cajas, a la mejoría de la calidad de gasto público, a la necesidad de establecer políticas públicas para mejorar los niveles de inclusión social, entre otras. Eso formó parte inclusive de una agenda pública”, afirmó.