Los estudiantes en paro de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) han decidido mantener sus medidas de fuerza, rechazando cualquier posibilidad de ceder hasta que sus voces sean escuchadas y sus demandas atendidas por el Poder Ejecutivo y Legislativo.

El movimiento no solo busca la aprobación de la ley Hambre Cero y la preservación del financiamiento de la ley Arancel Cero, sino que también defiende la democracia frente a lo que describen como una “mayoría dictatorial”, según declaró Abel Fernández, estudiante de arquitectura de la UNA y portavoz de los estudiantes.

“Estamos más consolidados que nunca”, afirmó, destacando la unión de los estudiantes a nivel nacional. “Una minoría ruidosa se está uniendo a varias minorías”, agregó, respondiendo al presidente Santiago Peña y enfatizando la importancia de la lucha social que trasciende los límites universitarios para convertirse en una causa social.

Ante las acusaciones de ser manipulados por sectores políticos de oposición, Fernández fue claro: “Nosotros estamos autoconvocados”. El movimiento estudiantil ha establecido un grupo de investigación interfacultades e interuniversidades para compartir datos y fortalecer su causa. “La ley que fue presentada por la oposición fue un disparador”, explicó.

Con más de 100 estudiantes en la primera línea de frente y el lema “ningún paso atrás”, la resolución de los estudiantes es palpable. “Cada aporte de la sociedad civil nos fortalece”, dijo Fernández, refiriéndose a la reciente solidaridad mostrada por los jubilados y otros sectores de la sociedad.

El diálogo con el Consejo Superior Universitario y la FEUNA (Federación de Centros Estudiantes de la UNA) es una prioridad para los estudiantes, quienes buscan un norte claro en su lucha. “Nosotros no vamos a parar, nosotros vamos a continuar, y esto es hasta conseguir ley”, dijo Fernández.