David Ortellado, chofer del camión involucrado en el fatal accidente que cobró la vida del hijo del conocido político Blas Llano, se encuentra tras las rejas y enfrenta cargos de homicidio culposo. La detención, ordenada por la fiscala Zulma Benítez, tiene lugar en la Comisaría 26 de Ciervo Cuá, San Bernardino.

“Yo estaba bajando el cerro tranquilamente. Cuando iba a cambiar a cuarta, escuché un impacto demasiado fuerte”, relató Ortellado. El choque, que ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, dejó a Ortellado en estado de shock, incapaz de procesar cómo se produjo el accidente.

La carga del camión, compuesta por 6 a 7 toneladas de piedra, no fue un factor en el accidente, según Ortellado. “El camión funcionaba perfectamente”, aseguró, desmintiendo cualquier falla mecánica como causa del siniestro. “Las luces brillan todas ahí porque todo es nuevo”.

Las horas posteriores al accidente fueron un calvario para Ortellado, quien se encontró encerrado en un calabozo, llorando y enfrentando la realidad de una acusación que nunca buscó. “¿Quién quiere amanecer en un calabozo?”, se preguntó, aún conmocionado por la experiencia.

Físicamente, Ortellado aún siente el peso del accidente. “Me duele todo”, confesó, describiendo las lesiones que lo aquejan y que le impiden dormir o moverse con normalidad.

“Es una injusticia realmente”, afirmó, cuestionando las razones detrás de su detención. “Nosotros somos personas humildes, trabajadoras, pero nosotros no tenemos mucha plata”.

Ortellado hizo un llamado desesperado a la justicia y a la fiscalía, pidiendo su libertad y la oportunidad de volver a su vida familiar y laboral. “Yo solamente quiero estar con mi familia”, expresó.