Tras el asalto a la sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF) en Natalio, Itapúa, el fiscal Walter Castro brindó declaraciones sobre la investigación de un individuo que generó más preguntas que respuestas. El sospechoso, encontrado con un bidón de nafta y una herida de bala, fue custodiado por la Policía bajo la sospecha de estar involucrado en el robo.

"Para empezar, él nunca estuvo detenido", aclaró Castro, destacando que la medida buscaba prevenir una posible fuga o interferencia en la investigación. La presencia del hombre en Natalio, a unos 22 kilómetros de su residencia, junto con el combustible supuestamente destinado a un generador para su granja porcina, levantó sospechas.

La Policía, que había intercambiado disparos con los asaltantes, no pudo determinar de inmediato si la herida del sospechoso era resultado de ese enfrentamiento o, como él afirmaba, de un disparo recibido al ser interceptado por los criminales.

"Es llamativo que él, al recibir un disparo de arma, no haya acudido hasta el centro de salud", señaló el fiscal, subrayando la conducta inusual del individuo que, en lugar de buscar ayuda médica, se dirigió hacia Encarnación y sufrió un accidente de tránsito.

El sospechoso finalmente recibió atención en un sanatorio privado, mientras la Policía corroboraba su coartada. "Con todas estas cuestiones, primariamente lo que se hizo es que la policía monte seguridad", concluyó Castro, indicando que la custodia policial era esencial para asegurar la integridad del proceso investigativo.