Mujer reacciona y se libra de un intento de violación en Coronel Oviedo

30 abril, 2024

Compartir:
mujer víctima violencia abuso sexual violación referencial ilustrativa sombra mirror

En la ciudad de Coronel Oviedo, una mujer, a quien llamamos María para proteger su identidad, vivió momentos de terror en horas de la madrugada del pasado viernes cuando se enfrentó a un violador que irrumpió en su hogar.

“El viernes a las 4 de la mañana me levanté y mi marido ya había ido a trabajar porque es del Grupo Lince”, relató María. La normalidad de esa madrugada se vio interrumpida a las 4:20 cuando un ruido la despertó. Al principio, pensó que eran sus mascotas, pero la realidad era mucho más siniestra.

Al abrir la puerta de su habitación, se encontró cara a cara con el atacante. “Era robusto, tenía mangas largas, kepi negro”, describió. El hombre, sin mediar palabra, la agredió físicamente y amenazó con matarla a ella y a su hija si no se calmaba.

"Me lamió la cara cuando se sacó el tapabocas. Sentí su erección. Intentó tocar mis partes íntimas y no pudo por su guante. Hasta que le metí una patada en sus partes", relató.

Con coraje, María luchó contra su atacante. “Me volvió a agarrar, le daba golpes con puños”, contó. En un momento crítico, el ladrón intentó apoderarse de la ropa sucia de su esposo, pero ella logró zafarse. Fue entonces cuando el hombre sacó un revólver.

Gracias a su familiaridad con las armas debido a la profesión de su esposo, María notó que el seguro del revólver estaba mal puesto y dedujo que no tenía balas. “Reaccioné de vuelta”, dijo. En la lucha, el ladrón sacó un puñal, pero el cuchillo se le escapó y María aprovechó para defenderse.

Después de herir al asaltante, llamó a la policía. El ladrón, asustado, huyó. “A mis papás les tomó dos minutos llegar a mi casa y él ya había salido, o sea, todo fue muy rápido”, explicó.

La policía, alertada por María, quien les informó sobre un tatuaje distintivo en la mano del ladrón, pudo identificar al sospechoso. “Les dije a los policías que tenía un tatuaje en la mano derecha. Y ahí me mostraron la foto del sujeto que tenía el tatuaje”, afirmó.

A pesar de la rápida respuesta de las autoridades y el apoyo de su familia, María confiesa que la experiencia dejó secuelas profundas. “La secuela más triste es que no puedo dormir, tengo demasiado miedo”, compartió.

"Faltó su penetración, porque violó mi hogar, mi integridad. El tipo es un enfermo y monstruo no es un hombre", dijo María, quien espera que se haga justicia y que el perpetrador sea capturado.