La madre del niño de 6 años abusado sexualmente en un colegio privado de Lambaré, relató este martes cómo empezaron los acosos contra su hijo que finalmente terminaron en el abuso.

"Empezó un mes antes esta situación, donde él llegaba a casa con una suciedad extrema, diferente a lo que suele ser. Empecé a hablar con él, a indagar. Me dijo que había chicos más grandes que se acercaron a él y que le obligaban a hacer cosas que no le gustaban".

Contó que los adolescentes se acercaron a su hijo cuando este no sabía cómo llegar a su aula. Su madre le explicó que no estaba bien porque eran más grandes que él y por las extrañas consignas que incluían robar objetos de la casa.

"Me da el nombre de unos de los supuestos chicos. Me dijo que tampoco le gustaba, pero que ellos le seguían insistiendo. Entonces le dije que se tranquilice, que yo iba a hablar en el colegio y que no le iban a volver a molestar. Es ahí donde aviso al colegio".

Indicó que luego de notificar a su tutora, la institución le aseguró que activarían los mecanismos correspondientes. Casi un mes después, ocurre el abuso.

La madre señaló que luego de los acosos, el niño fue al colegio durante solo una semana más, por reposos y Semana Santa.

"Yo estaba tranquila, porque él ni se fue. No tuve tiempo, porque en el primer día ya le agarraron. Primer día que él volvió".

"Al retirarle del colegio me di cuenta"

El hecho sucedió el 26 de abril. La madre al día siguiente denunció el caso.

"Al retirarle del colegio me di cuenta, fue al instante, al llegar a mi casa. Cuando él sale del colegio, él salió diferente, yo le vi diferente viniendo hacia mi vehículo. Vino todo mal vestido, mal uniformado. Se sube y no era como suele ser. Estaba calladísimo y él es de hablar mucho, de contarme el día a día de qué hizo, que no hizo. Ese día no habló".

La mujer explicó que fueron distintas las señales que captó, como que su hijo no quiso bañarse al llegar a su casa, como habitualmente solía hacerlo. Cuando finalmente lo convenció de ducharse, notó que estaba lesionado.

"Le llamé al instante a su pediatra y me fui, lo llevé. La pediatra vio y él le contó, estando yo presente. Él estaba con miedo. Le dijo que eran los de la semilla y ella me mira asustada porque estábamos todos asustados. Uno no sabe cómo reaccionar. Hasta hoy en día pienso y quiero no creer que esto nos está pasando a nosotros".