Consideran que cese de querella contra Cristina Arrom deja nefasto precedente
Carlos Mendoza, Doctor en Derecho Penal y Procesal Penal, sienta postura contraria a la del Procurador General Sergio Coscia, quien afirma que corresponde el cese de la acción penal privada impulsada por Aquino Bernal contra Cristina Arrom, hermana de Juan Arrom por difamación, calumnia e injuria.
El ministro de la Secretaría Nacional de Inteligencia, Esteban Aquino Bernal, decidió querellar a Cristina Arrom, hermana de Juan Arrom por difamación, calumnia e injuria, atendiendo a que la mujer lo involucró con el secuestro de su hermano y Anuncio Martí en declaraciones brindadas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
En el mes de mayo, la CorteIDH envió un pedido a través de la Cancillería Nacional a la Corte Suprema de Justicia, y esta a su vez lo derivó al juez que atiende la causa, el juez Víctor Hugo Alfieri, exigiendo “el cese” de la acción penal privada impulsada por Aquino Bernal en su calidad de ciudadano paraguayo y no como ministro del poder ejecutivo.
En la querella autónoma es el agraviado el que impulsa el proceso y no el Estado. Finalmente, la semana pasada el juez Alfieri decidió hacer lugar a la exigencia de la CorteIDH.
Carlos Mendoza, titular de la catedra de derecho procesal penal de la UNA y conocido litigador, señaló a Radio Monumental que desde el propio preámbulo de la Constitución Nacional se garantiza el derecho a la defensa del honor y dignidad de las personas.
Declaró que, con absoluto desconocimiento de las leyes y de la propia Constitución, se deja indefenso al ciudadano paraguayo que fue agraviado en reiteradas oportunidades por la misma persona, en un prejuzgamiento grave y con consecuencias imponderables que incluso atentan contra la soberanía del Poder Judicial.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) falló hoy a favor del Paraguay, en el marco de la denuncia emprendida por Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, por supuesto secuestro y tortura.
Foto: Cristina Arrom, hermana de Juan Arrom / CorteIDH