La senadora Esperanza Martinez (FG) manifestó que el ministro de Justicia Ángel Barchini no puede afrontar los problemas de seguridad que surjan. Mencionó que tras la omisión de un informe de inteligencia de la Policía Nacional, cualquiera tomaría la decisión de apartarse del cargo.
Sostuvo que el secretario de Estado debió tomar todas las medidas preventivas tras recibir la información de un hecho punible que se estaba gestando en la Penitenciaría Regional de Itapúa (Cereso), una semana antes del asalto a una transportadora de caudales en General Delgado, que dejó dos fallecidos.
“Él estuvo acá en una sesión privada, donde nos hizo todo un diagnóstico de la serie problemas que hay y habló de un supuesto plan, que no podía compartir por razones de seguridad, pero que nadie cree que exista. Ahora con esto se corrobora, es un ministro que no puede afrontar el problema, no está en condiciones de afrontar el problema. El caso de la toma de Tacumbú, él no fue capaz de irse, de controlar, de estar al frente de la situación”.
“Si esto que se denuncia ahora es real, cualquier persona toma la decisión de apartarse del cargo, porque imagínense que si él no toma en serio lo que le dicen sus organismos de seguridad, ¿a quién le va a hacer caso?”.
También se refirió al comunicado de Justicia, donde la institución alegaba que la información no fue remitida por las vías oficiales y que contenía un dato carente de veracidad.
“Si él dice que es un método informal, pues le llama. ¿Qué pasa si me dicen ‘senadora, yo escuché que va a haber una situación de atraco en el parlamento’? Voy a preguntar, voy a llamar, aunque me lo digan por Whatsapp o me lo digan en el ascensor, porque la gravedad amerita a que pregunte, a que corrobore la situación”.
“Quiere decir que él ni siquiera toma en serio las denuncias que recibe de su propio organismo de inteligencia. No hablamos de un chisme de pasillo ni de una noticia, por los medios de comunicación, pero en el caso de él es de su propio equipo de trabajo y él no hizo caso. Y ahí tenemos los resultados, de nuevo vidas humanas, más allá de los daños económicos, y sobre todo de lo que afecta a la población, el estado anímico. La gente lo primero que reclama es seguridad”.