“Las empresas adjudicadas tienen que comprar el 10% sobre el monto contratado como mínimo de productos de la agricultura familiar campesina. Estas compras deben realizarse a comités u organizaciones de productores que están registrados en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Además, cada mes deben presentar las facturas de compras como parte de los documentos para el proceso de pago mensual”, afirmó.
Señaló que estas empresas deben realizar sus compras siguiendo un procedimiento claramente definido, donde las ruedas de negocio y las mesas organizadas por el MAG y el Ministerio de Industria facilitan la conexión entre los productores y las empresas adjudicadas. “Si los productores no están registrados, el MAG debe encargarse de registrarlos para que puedan emitir facturas y ser parte de las ventas. Este es el trámite que se aplica para las compras”, detalló Rojas.
En cuanto al control sobre las adquisiciones, indicó que es el MAG, a través de sus direcciones departamentales de Extensión Agraria, quien tiene la responsabilidad de monitorear el movimiento de productos y las ventas realizadas por los pequeños productores.
“El MAG debería estar teniendo un control del movimiento que ocurre con los productos de la agricultura familiar, las ventas que se hacen, y debería tener esa estadística. Nosotros tendremos un reporte de todas las gobernaciones dentro de los primeros 10 días del siguiente mes para saber cuánto compró cada empresa en cada contrato firmado y en cada departamento del país”, señaló.
Ante las críticas de dirigentes campesinos que alegaron que los insumos del programa Hambre Cero estaban siendo importados, Rojas reiteró que las empresas adjudicadas tienen la obligación de comprar productos locales y trabajar directamente con los productores registrados. “Estamos trabajando con los ministerios correspondientes para garantizar que las empresas sepan dónde están las ofertas y quiénes son los productores registrados”, agregó.
Organización de productores espera comenzar a comercializar en abril
Abel Brítez, presidente del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay, afirmó que el Proyecto Hambre Cero tiene el potencial de elevar significativamente el consumo de productos nacionales, aunque aclaró que su organización aún no ha comenzado a comercializar debido a que sus cosechas están pendientes de producción.
“Esa es una coordinación que se promulgó y se direccionó a las gobernaciones según tengo entendido, para trabajar con organizaciones a nivel nacional. Está por verse qué productos se están produciendo acá en el país y, con los faltantes, seguramente se importarán de otros países”, comentó.
“Nuestro consumo nacional se eleva directamente con el Proyecto Hambre Cero. Actualmente, la demanda nacional es de 200 mil kilos por día, pero con la provisión de Hambre Cero se estaría elevando al mínimo a 100 mil kilos más, alcanzando los 300 mil kilos por día”, explicó. Sin embargo, precisó que su organización aún no comenzó a comercializar, ya que su producción no está disponible.
Brítez señaló que su equipo distrital cuenta con aproximadamente 300 miembros y destacó que existen otras organizaciones en distintas zonas del país que también están vinculadas al programa. Ante las críticas de algunos sectores campesinos sobre la falta de compras en el marco del programa, Brítez indicó que desconoce quiénes están proveyendo los insumos actualmente.
Brítez destacó la predisposición de los productores y la expectativa de que las compras se efectúen conforme a los acuerdos establecidos una vez que las cosechas estén listas.