Twitter pide perdón porque empleados colaboraron con piratas informáticos
Twitter pidió perdón el sábado porque los piratas informáticos que accedieron a las cuentas de personalidades y figuras políticas lo consiguieron gracias a que "manipularon con éxito a un pequeño número de empleados", un golpe para la confianza de sus usuarios, reconoció la red social.
Los piratas informáticos tenían como objetivo 130 cuentas y lograron acceder a 45 gracias a “el uso de herramientas solo accesibles para los equipos de soporte interno”, explicó la compañía en una entrada de blog.
Entre los afectados por el ataque estaban políticos, como el candidato presidencial estadounidense del Partido Demócrata, Joe Biden, el expresidente de EEUU Barack Obama, y también grandes empresarios como Jeff Bezos, fundador del grupo comercial Amazon; Elon Musk, jefe de la compañía de vehículos eléctricos Tesla; y Bill Gates, fundador de la gigante informática Microsoft.
Twitter reconoció también el daño que esto puede tener en su reputación: “Estamos avergonzados, decepcionados y, sobre todo, lo sentimos. Sabemos que necesitamos recuperar su confianza y apoyaremos todos los esfuerzos realizados para que los responsables comparezcan ante la justicia”, dijo.
El objetivo de este ataque, al parecer, fue económico.
Los piratas informáticos enviaron mensajes desde las cuentas a las que accedieron para alentar a los usuarios de Twitter a donar criptomonedas bitcoins con la promesa de obtener el doble de esa cantidad.
Según sitios especializados que registran intercambios de bitcoins, a pesar de que no se puede saber la identidad de los destinatarios, se enviaron por este mecanismo unos 100.000 dólares.
Twitter aseguró el sábado que de ocho de estas cuentas los piratas también descargaron datos a los que solo puede acceder su propietario.
La red social explicó también que gracias a las herramientas a las que habían accedido los piratas, éstos sortearon la barrera de la doble autentificación, un proceso que da más seguridad que la contraseña.
Este ataque, investigado por el FBI, provocó un debate sobre la seguridad de las redes sociales unos meses antes de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Pero también, sobre las consecuencias que ello tendría si los piratas informáticos lograsen acceder a la cuenta del presidente estadounidense, Donald Trump, quien a menudo lleva a cabo su diplomacia en Twitter, donde tiene 83,5 millones de suscriptores.
Fuentes: https://www.24matins.es/