Osvaldo Bittar renuncia como embajador ante el Líbano por falta de traspaso administrativo
Osvaldo Bittar, quien presentó su renuncia al cargo de embajador ante el Líbano, explicó las razones detrás de su decisión, señalando graves irregularidades en la Cancillería paraguaya. Bittar reveló que, antes de asumir su puesto, descubrió una nota de la Fiscalía de Delitos Económicos en la que tres fiscales solicitaban información a la Cancillería sobre la entrega de un pasaporte a una persona con antecedentes de lavado de dinero.
Bittar envió una nota el pasado 29 de julio dirigida al Canciller, con copia al viceministro de Relaciones Exteriores, Víctor Verdún, y al viceministro de Asuntos Técnicos, solicitando una auditoría y el cambio de un funcionario. Sin embargo, no recibió respuesta y asumió su cargo el 31 de julio. “No se hizo el traspaso, el corte administrativo, la entrega de las estampillas, de los stickers de visas, de los sellos de seguridad que se ponen encima, de toda la documentación administrativa”, afirmó Bittar, lo que dio inicio a sus cuestionamientos hacia la Cancillería.
A pesar de haber presentado sus credenciales al Canciller del Líbano y ser acreditado como embajador extraordinario plenipotenciario, Bittar destacó una diferencia crucial que, a su criterio, la Cancillería intentó confundir. “La Cancillería me dice que ya fui acreditado por el gobierno del Líbano como embajador para poder hablar con cualquier autoridad libanesa o con cualquier autoridad de cualquier país. Sí, eso es cierto. Pero lo que no estoy habilitado, o estoy habilitado pero bajo el riesgo y responsabilidad de usar los valores que no fueron contabilizados y que no fueron traspasados”, explicó.
Bittar subrayó que, sin un corte administrativo adecuado, asumiría la responsabilidad de cualquier irregularidad pasada. “Si yo empiezo a usar las estampillas, los valores, los pasaportes, sin que haya habido un corte entre el anterior jefe y yo, yo me hago responsable de todo lo que ocurrió en el pasado y puedo el día de mañana tener cuestiones administrativas, judiciales, civiles o penales”, advirtió.
El vicecanciller Víctor Verdún intentó convencer a Bittar de que, al haber recibido el beneplácito del Canciller del Líbano, ya estaba apto para todas sus funciones. Sin embargo, Bittar insistió en que esto solo aplicaba a sus funciones diplomáticas, no a las consulares que dependen de Paraguay.
“Puedo hacerlo, pero bajo la responsabilidad de que dentro de dos o tres años aparezca un ciudadano de X país con un pasaporte paraguayo y cometa algún delito internacional y esté mi nombre ahí como que yo le di o que se diga, bueno, Bittar no hizo el corte y él es el responsable”, concluyó.
Bittar también mencionó que en otras embajadas, como en Miami, Madrid, Bruselas y Málaga, se realizaron traspasos administrativos con varios funcionarios y en un plazo de quince días. Sin embargo, en el Líbano no se pudo hacer debido a la falta de recursos. “Este es un lugar mucho más sensible que Bruselas o que Miami, por decir”, afirmó Bittar, resaltando la importancia de un traspaso adecuado en su puesto.