La doctora Katia Pérez, médica de guardia del Hospital de Presidente Franco, compartió los detalles del caso del niño de ocho años que falleció después de ser trasladado al Hospital de Santa Rita, a más de 70 kilómetros de distancia, tras ocho horas de espera.

Pérez explicó que el niño llegó al hospital el 23 de febrero a las 13:30, en brazos de sus padres, presentando un cuadro de deshidratación severa con más de cinco días de evolución. "Desde el día que llegó ese niño, el 23 de febrero a las 13.30 llega el niño en brazos de los padres, contando un cuadro de más de cinco días de evolución, en ese instante nosotros realizamos lo que corresponde a las primeras medidas", relató. Inmediatamente, la médica activó el protocolo para solicitar una cama de terapia intensiva.

Primero, Pérez llamó a la encargada de terapia de ese día, quien le informó que no disponía de camas. Luego contactó a los médicos de guardia de urgencia del hospital regional, quienes también le comunicaron la falta de camas disponibles. Posteriormente, se comunicó con el Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME), tanto de forma online como telefónica, para solicitar una cama de terapia intensiva para el niño.

"En más de una oportunidad me atendieron, me corroboraron mi número, porque de hecho estaban diciendo que escribí mal mi número y sí, en el apuro escribí mal, pero en las veces que yo llamé ellos sí me atendieron", explicó Pérez. A las 19:18, SEME envió un reporte de cama cero, indicando la no disponibilidad de camas a nivel nacional y la necesidad de remitir al paciente a otro hospital.

El reporte de SEME indicaba que el paciente debía ser trasladado al Hospital de Santa Rita. A partir de ahí, se comunicó con el defensor y se prepararon los permisos judiciales necesarios para el traslado. Lamentablemente, el niño perdió la vida durante el traslado al Hospital de Santa Rita.