Andrea Marlene Guerrero García, de 36 años, murió aparentemente a manos de su pareja, Édgar Candia, de 42 años, en un caso de feminicidio ocurrido en la madrugada de este miércoles en el barrio Reducto de San Lorenzo. El hombre habría confesado el hecho a un conocido y los policías lo encontraron frente a su vivienda, donde indicó la ubicación del cuerpo de la víctima.

La fiscal Dora Nohl, quien está a cargo del caso, confirmó que se tuvo conocimiento del feminicidio a través del mismo autor, quien llamó para avisar y pidió la presencia de un interviniente. Candia fue derivado directamente a la comisaría, y se solicitó la presencia del forense para inspeccionar el cuerpo de la víctima.

Aunque Candia confesó el hecho, la fiscal aclaró que esto no puede considerarse un atenuante, aunque facilitó la investigación. "Siempre se tiene como un agravante cuando se oculta el cuerpo y todas esas historias, pero en realidad tampoco podemos decir que sea un atenuante que confiese el hecho. Sencillamente facilitó toda la investigación, pero creo que la expectativa de pena es la misma", explicó.

"Los menores estaban en su habitación, presumiblemente ocurrió entre las 3 de la mañana y las 6. Ella en principio tiene un traumatismo de cráneo, no tiene otras heridas. Tiene un traumatismo de cráneo en el lado izquierdo con pérdida de sangre y le sale espuma por la boca. Ella tenía en la boca una toalla, evidentemente le metieron toda la toalla en la boca", comentó.

La fiscal mencionó que la víctima tenía dos denuncias anteriores de violencia. Aunque no se encontró ningún objeto contundente en la escena, el forense determinó que el traumatismo de cráneo fue causado por un golpe con un objeto contundente.

Nohl mencionó que hay cuatro menores de edad que quedaron huérfanos tras el feminicidio. "El mayor vivía con la abuela justamente porque se peleaba mucho con el padre", contó la fiscal. Los hijos tienen 16, 15, 13 y entre 5 y 7 años.