La fiscal Vivian Coronel, encargada de la investigación de un caso de supuesta explotación laboral en niños, reveló detalles sobre el trato que recibían adolescentes en una congregación religiosa. La investigación, que se llevó a cabo con allanamientos simultáneos en Luque y Minga Guazú, apunta a prácticas de servidumbre y trabajo forzoso.

“Estamos ante la sospecha de que una supuesta congregación estaría captando, trasladando y realizando el acogimiento de adolescentes”, según dijo Coronel, quien detalló que una víctima, que buscaba formarse en el ámbito religioso, fue trasladada a una vivienda en Luque, donde supuestamente se formaba a novicias.

Durante siete meses, la adolescente sufrió agresiones físicas y maltratos psíquicos, incluyendo ser obligada a trabajar hasta altas horas y dormir apenas tres horas, según denunció la menor. La fiscal precisó que la víctima fue sometida a “fregar trapos y manteles hasta que los dedos se les quede con ampollas y a salir a mendigar dinero por las calles”.

La situación llegó a tal extremo que la madre de la adolescente, desesperada por no conocer el paradero de su hija, presentó una denuncia por desaparición. Tras la denuncia, la congregación devolvió a la adolescente a su familia, supuestamente bajo amenazas de silencio.