Lucila Careaga, oriunda de General Aquino, Departamento de San Pedro, denunció una supuesta negligencia médica tras la internación de su hermana, María Zunilda Careaga, en el Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS). El caso es similar a la de una mujer que falleció esta semana en ese centro sanitario por una supuesta mala praxis.

Lucila lamentó que la atención médica en el hospital y sostuvo que este tipo de situaciones llevaron a la muerte de su hermana y de otros asegurados cuyos casos no salen a la luz pública.

María Zunilda ingresó al hospital Ingavi el pasado 6 de abril para someterse a estudios previos a un procedimiento de extracción de una piedra a través de la endoscopía.

"Ella ya se había operado de piedra en la vesícula y volvió a aparecer la piedra. Como ese era un procedimiento un poco invasivo, le recomendaron hacerse un chequeo médico y según como salga ese chequeo ella debería hacerse ese procedimiento", contó.

A pesar de que los estudios salieron bien, María Zunilda experimentó un dolor intenso después del procedimiento. Lucila dijo que notó que su respiración no era normal y buscó atención médica para su hermana.

Relató que la enfermera no respondió adecuadamente y que su hermana empeoraba progresivamente. A pesar de la orden de realizar una tomografía, María Zunilda no recibió atención oportuna.

"Encontré a mi hermana en ese estado esperando su turno para que le hicieran la tomografía y la fila era con más de 50 personas en frente de ella", relató.

Solo cuando el hijo de María, un médico, ejerció presión, la llevaron a terapia intensiva, pero ya sin esperanzas. Falleció el 13 de ese mes.

"Nos trataron hasta de exagerados. Ese trato inhumano fue lo que recibimos nosotros. La atención pésima que recibió es lo que quedó... no hay registro de ese tipo de comportamiento de los médicos. Mi hermana muere de una falla multiorgánica, según el informe, Pero ¿cómo llegó a esa falla multiorgánica? Hay cosas que a lo mejor podrían haber solucionado mucho antes", criticó.

El caso está en manos de la Fiscalía tras la denuncia de la familia. Lucila espera justicia para su hermana, recientemente jubilada. Tenía 52 años y deja atrás a sus padres, esposo y cuatro hijos.