Una comitiva de agentes fiscales de Estados Unidos e investigadores de la Administración de Control de Drogas (DEA) llegó a Colombia para entrevistarse con los condenados por el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. El abogado de la familia Pecci en Colombia, Francisco Bernate, habló sobre el interés de Estados Unidos en este caso y la posibilidad de extradición de los sicarios ya condenados.

Según Bernate, el fiscal Pecci podría haber estado a cargo de investigaciones de gran relevancia para los Estados Unidos. “Tiene que ver quizá con esto de que si, eventualmente, el fiscal Pecci podría tener a su cargo investigaciones del interés de los Estados Unidos y esas investigaciones del interés de los Estados Unidos pudieron ser el motivo por el cual fue asesinado”, afirmó.

Esto sugiere que el asesinato podría estar relacionado con investigaciones cruciales que el fiscal estaba llevando a cabo en beneficio de los norteamericanos.

Respecto a la posibilidad de extradición de los sicarios condenados, Bernate explicó que es posible. "Si se determina que los móviles del asesinato tienen que ver con investigaciones relevantes para los Estados Unidos, es posible la extradición”.

El proceso de extradición comienza con una investigación en los Estados Unidos, seguida de una acusación y un llamamiento a juicio. La Corte Suprema de Justicia en Colombia evalúa si es procedente la extradición, y el presidente tiene la última palabra. Sin embargo, Bernate enfatizó que es crucial que el caso avance a una acusación en los Estados Unidos.

El abogado mencionó ejemplos anteriores de personas condenadas en Colombia que luego fueron extraditadas a Estados Unidos. “Hay antecedentes, ni más ni menos, de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, cabecillas del cartel de Cali”, señaló.

Además, citó a Salvatore Mancuso, "líder de las autodefensas y responsable de la muerte de miles de colombianos, recientemente regresó de los Estados Unidos para cumplir su condena en Colombia".

Bernate sugirió que el involucramiento de Estados Unidos podría ser la última esperanza para descubrir la verdad detrás del asesinato de Pecci. “Como están las cosas, yo creo que sí. Es nuestra última esperanza. Que los Estados Unidos intervengan y que se sepa cuál fue la verdad”, concluyó.

Según medios colombianos, los investigadores hablarían con el testigo que está colaborando con la Justicia colombiana, Francisco Correa, y con los hermanos Ramón Emilio y Felipe Pérez Hoyos, así como con Margareth Chacón.