Comisario advierte sobre alarmante incremento de casos de pornografía infantil
El comisario Diosnel Alarcón, jefe del Departamento de Cibercrimen de la Policía Nacional, reveló preocupantes detalles sobre la situación de la pornografía infantil en el país. En los últimos 15 años, Alarcón dijo que observó un incremento significativo en la comercialización de pornografía infantil. Este negocio ilícito se ha expandido debido a la alta demanda de contenido por parte de consumidores que buscan constantemente nuevas imágenes.
Alarcón explicó que la legislación paraguaya, específicamente el artículo 140, aborda de manera exhaustiva las acciones relacionadas con la pornografía infantil, incluyendo la tenencia, distribución, promoción, producción y oferta de este tipo de material.
“Como ciudadano paraguayo no puedo alegar desconocimiento a una norma, yo sé que cuando recibo esas imágenes, mi obligación personal es la de reportar ese contenido”, enfatizó. Alarcón también destacó que todas las plataformas digitales, incluidas las redes sociales y sitios web, ofrecen opciones para reportar usuarios y contenidos inapropiados.
Advirtió sobre los peligros de recibir y compartir imágenes inapropiadas en grupos de amigos, compañeros de trabajo o de actividades sociales. “Tenemos muchos grupos, compañeros de colegio, compañero de trabajo, del barrio, del fútbol, y dentro de ese grupo tenemos el amigo el pornógrafo, que al levantarse ya te empieza a enviar pornografía”, comentó, e instó a tener cuidado con este tipo de imágenes, ya que muchas veces pueden involucrar a menores.
El comisario explicó que cada intervención policial (foto) revela una red más amplia de pedófilos que comparten y consumen estas imágenes. “En cada caso que nosotros intervenimos, estas personas que hacen las descargas, normalmente después de esa intervención se van identificando otras y otras personas”, señaló.
Alarcón enfatizó que los consumidores de este material son tan culpables como los productores. “Para mí es tan pedófilo y pederasta, no hago mucho la diferencia, porque imagínate, sentarte a ver a un niño de 8, 6, 12 años abusado, bueno, tendría que estar ya mal”, sentenció.